Lo que se esconde tras los recortes en la educación pública
La autora asegura que el tijeretazo en la enseñanza responde "a la idea de que la iniciativa privada es mejor que la pública"
MARÍA FERNÁNDEZ MELLIZO-SOTO 11/11/2011
[…] Las anteriores declaraciones vienen a confirmar lo que se aprecia en los datos del Ministerio de Educación, puesto que la Comunidad de Madrid es una de las comunidades españolas con mayor porcentaje de alumnos de educación no universitaria escolarizados en centros privados, un 43%. Además, esta comunidad es líder indiscutible en educación privada sin concertar, que en esta región asciende al 18%, a gran distancia de otras comunidades. También se observa que Madrid, con diferencia, es la comunidad que menos porcentaje de su PIB dedica a gasto público en educación, tan sólo un 2,9%, cuando la media española es del 5%. A lo que hay que añadir que, en esta comunidad, el porcentaje de dinero público dedicado a conciertos educativos a la educación privada supera la media nacional. Es decir, en Madrid, en comparación con otras autonomías, la educación privada tiene mucho más peso, el gasto público en educación es más exiguo y una parte mayor del mismo se dedica a conciertos privados.
En segundo lugar, los intereses. Este planteamiento ideológico de la educación, no solo refleja una determinada visión educativa, sino que responde a intereses muy concretos, los de la Iglesia. Más de la mitad de los colegios privados españoles pertenecen a la Iglesia. La Iglesia se beneficia enormemente de los conciertos educativos. Nueve de cada 10 colegios religiosos están concertados (solo 6 de cada 10 colegios laicos). Una política educativa cuyo objetivo primordial sea favorecer a la educación privada y mejorar la educación concertada beneficia, y mucho, a la Iglesia. La relación de la Iglesia con la educación no es un fenómeno nuevo en este país. […] España es, según datos de la OCDE, uno de los países con porcentajes de educación privada y concertada más altos (la educación privada supone un 28% del total, correspondiendo a la concertada un 20%).
[…] Estos cambios tendrían, sin duda, consecuencias negativas en nuestro sistema educativo, puesto que atentarían contra la igualdad de oportunidades educativas. La educación privada, incluida la concertada, es más cara para las familias y acoge, por este y otros motivos, a un alumnado de un nivel socioeconómico, como media, superior al de los centros públicos. Resulta especialmente sangrante cómo los colegios concertados no están respetando el espíritu de nuestras leyes; a pesar de que la legislación vigente trata de que la educación concertada no resulte más cara que la pública para las familias, según el INE, llevar a un hijo a la educación concertada puede suponer unos 800 euros más al año que llevarlo a la pública. Por tanto, apostar por la educación privada y por los conciertos, así como dar más autonomía a los centros concertados, supondría polarizar socialmente la educación. Por un lado, existiría un fuerte sector de educación privada y concertada, que acogería a los hijos de las familias más acomodadas. En el otro extremo, una educación pública residual, deteriorada, que sería el refugio de las familias sin recursos o con determinados problemas de los que los centros privados no querrían hacerse cargo.
[…] María Fernández Mellizo-Soto es profesora de sociología de la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid.
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